Mi Casa, Mi Templo

Cómo buscamos una casa rural en Asturias para familia, amigos, niños y mascotas.

Cómo lo conseguimos, pasa a paso, narrando nuestra propia historia. 

Primera etapa: nuevo trabajo y nuevo hogar.

Pasaron unos cuantos meses desde que Jack llegó a Londres y durante ese tiempo nos volvimos a adaptar a la nueva vida y, aunque conocida, la meta era completamente distinta. 

Al comienzo, estos objetivos estuvieron marcados por la experiencia vital y el aprendizaje y desarrollo de un nuevo idioma. Todo ello puedes leer en La Transformación y el viaje. En estos momentos, los objetivos se alcanzarían en función de un plan definido y organizado en varias fases. Estas aluden a la adquisición de una vivienda cumpliendo una serie de requisitos que hicieran de la experiencia de nuestros invitados un verdadero lugar donde querer quedarse y volver a repetir. Para llegar ahí, deberíamos desgajar este proyecto en pequeñas porciones. 

La primera fases fue encontrar un lugar donde vivir cómodamente, con jardín, a menos de veinte minutos de nuestro centro de trabajo y a un precio de alquiler igual o inferior al valor medio de mercado. Estas fueron nuestras condiciones. 

Tengo muchas frases que me han marcado y una de ellas es "Si quieres conquistar el mundo, primero debes cuidar de tu casa" Por ello, elegimos un lugar en Londres con estas características. Cerca del lugar de trabajo, con alquiler económico, cómodo y espacioso. Finalmente, lo conseguimos y fue una de nuestras etapas en Londres más vibrantes en esta maravillosa ciudad. 

Durante estos meses, con la primavera y el verano casi comenzando, Sandra me comentó que había una vacante como Cocktail Bartender en el restaurante ubicado en el mismo edificio que mi actual, por entonces, Pisco Bar. 

Así que actualicé mi CV, escribí una carta de presentación y esperé dos días a la llamada. Un jueves por noche, realicé un turno de prueba, aún permitido en aquellos años, y fue aceptado en la nueva cultura e especial idiosincrasia de Dishoom Shoreditch. Sandra, en agosto de ese mismo año, comenzó a trabajar en este mismo lugar. Como seres individuales con un mismo propósito, remamos sin descanso con rumbo a nuestro puerto. 

Sabíamos a que puerto dirigirnos pero no qué pinta tendría. Eso lo descubriríamos más adelante.

Seguimos hacia delante, relatando como fue nuestra experiencia vital en la búsqueda de una casa rural en la que se hiciera sentir paz y tranquilidad para aquellos que nos visitan en Asturias.